CRÍTICA DE:
'Niágara', de Joyce Carol Oates: de caídas y abismos
NARRATIVA
Se recupera una gran novela de la sempiterna candidata al Nobel, donde las imponentes cataratas del Niágara se alzan como metáfora
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«Ariah, lo siento…no puedo…He intentado quererte. Me marcho a donde mi orgullo debe llevarme. Sé… que no puedes perdonarme. Dios no me perdonará. Con esto nos libero a los dos de nuestro juramento». Esta esla misteriosa nota que se encuentra ... la profesora de piano y canto Ariah Erskine, protagonista de ‘Niágara’, una de las mejores novelas de Joyce Carol Oates (Lockport, Nueva York, 1938), que ahora con acierto recupera Lumen.
El autor del mensaje es el reverendo de la iglesia presbiteriana Gilbert Erskine, con quien Ariah acaba de contraer matrimonio —verano de 1950— y están pasando la luna de miel en un fastuoso hotel de las cataratas del Niágara, destino turístico muy popular y elegido sobre todo por parejas de recién casados. ¿Dónde se ha ido su esposo?
NOVELA
'Niágara'

- Autora Joyce Carol Oates
- Editorial Lumen
- Año 2025
- Páginas 720
- Precio 25,90 euros
El portero de la espectacular catarata de la Herradura vio a un hombre en su puente colgante a las seis y cuarto de la mañana, lo que le despertó la alarma, pues, como se recuerda en una de las citas que encabeza la obra, las cataratas del Niágara eran conocidas como «el paraíso de los suicidas» para consternación de los habitantes de la zona y de las agencias de viajes.
Pronto se descubre que Gilbert Erskine forma ya parte de las nutridas estadísticas de los que allí se quitaron la vida, aquejado quizá de un raro mal llamado hidracopsíquico y su mujer confiesa; «Soy una recién casada que se ha quedado viuda en menos de un día». Sin embargo, no tardará mucho en abandonar ese estado. Conocerá al prestigioso abogado Dirk Burnaby, que se convierte en su segundo esposo, y con él que tendrá tres hijos.
El ser humano no deja de vivir acosado por el sentimiento de culpa del primer pecado, la caída, que le expulsó del Edén
La entrada en escena de Burnaby abre una trama paralela, centrada en la demanda colectiva en el conflicto Love Canal, de la que se encargará Dirk Burnaby. El Love Canal ocurrió en la realidad. En ese lugar, cercano a las cataratas, se produjo un enorme desastre medioambiental, pues una empresa vertió toneladas de residuos tóxicos. Y, asimismo, se nos cuentan los avatares de los hijos de Ariah y Dirk Burnaby, hasta llegar a un desenlace sorpresivo, tras un logrado retrato de personajes, empezando por su protagonista, nunca en blanco y negro.
A lo largo de la monumental ‘Niágara’, siempre nos ofrece novelas de largo aliento, se abordan asuntos muy queridos y trabajados por Oates —las grietas de la sociedad norteamericana, la soterrada violencia que amenaza con explotar, la codicia de los poderosos..—. Aquí, con el trasfondo de las cataratas, construye una poderosa metáfora, ya que el ser humano no deja de vivir acosado por el sentimiento de culpa del primer pecado, la caída—juega con el doble significado de ‘The Falls’, título en inglés —, que le expulsó del Edén, y le sitúa siempre al borde del abismo.
Contando con una copiosa producción, con más de un centenar de títulos, el último ‘Carnicero’, la tantas veces candidata al Nobel, sin duda merecedora de él, ha confesado: «Me gusta pensar que el arte digno de ese nombre es transgresor, perturbador y no consolador». Excelente divisa.
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